martes, 6 de marzo de 2012

FRAGAVELLA - Primera parte / Pag. 4 (Relato)

                                                       Ribadeo tiene su feria anual el 10 de septiembre y mercados todos los miércoles. Fue factoría fenicia; Julia Eo romana; y capital de la sede episcopal de Mondoñedo allá por los siglos XII y XIII; fue llave comercial de Galicia hasta que su puerto perdió calado en el siglo XIX.

Cúpula Pazo de los Moreno
acuarela / autor
Su panorámica principal y la de la ría se pueden contemplar desde el monte Santa Cruz a 4 Km. de Ribadeo, con ermita del mismo nombre a espaldas del pueblo de Obe (Ove), entre esbeltos pinos se encuentra también ubicado el monumento al gaiteiro, en el primer domingo de agosto se celebra en su entorno una romería (Xira a Santa Cruz) declarada de interés turístico, en la cual se exaltan la música, los bailes y la gastronomía tradicionales.

Dejamos atrás la villa de Raimundo Ibáñez fundador de Sargadelos, con su parador nacional, sus casas de indiano, sus palacetes, sus jardines bien cuidados, sus habitantes en el quehacer cotidiano, en esta ciudad viva, con aire señorial y marinero, siendo referente primordial al desarrollo económico y social de la vega del río Eo.

Inequívocamente estábamos pisando tierras gallegas: Galicia-”Fin da Terra” o como reza el epígrafe romano, “Finis Terrae”.
“Galiza”…como de esta manera denomina a Galicia en alguna de sus obras el gran literato y político (que nos puede servir de referente para hacer un análisis del valor humano y subjetivo del morador gallego y su entorno) -Alfonso Rodríguez Castelao- personaje multidisciplinar donde los haya, escritor, artista plástico, humorista, narrador sin par, poeta de edad medía, contador de sueños, dibujante de línea blanca, caricaturista – Castelao-  sabio en  fin de su “Galiza”… otrora morada celta y romana y visigoda, hoy de galaicos y otras etnias. Galicia; verde y húmeda, llana y montañosa, cargada de historia; sin igual la Galicia que vamos recorriendo, con sus símbolos a los cuatro vientos, con sendas y caminos verdaderas guías de peregrinos, y sus conchas  como referencia de muchos años de promesas.

Galicia: tierra recia paisaje singular, robles robustos, corredoiras humildes la pueblan, y los cruceiros seculares; algunos de ellos con pequeñas lápidas grabadas a sangre, como verdadero testimonio de óbitos pasados. Monolitos grises oscurecidos por el tiempo, cubiertos de hiedra y musgo, rezumando recuerdos y batallas con presencia de héroes anónimos…

Petos de ánimas, dejándose ver en puntos estratégicos con su pétrea mole recia y callada, cumpliendo su cometido de fervor y esperanza. Aguantando impasibles el manotazo del viento, frío y cortante en tiempo invernal, ardiente  sol cuando llega el estío. Impregnados de espiritualidad y oración. Repletos de almas purgando pecados. Inscripciones talladas en la roca viva.


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