lunes, 27 de febrero de 2017

RECUERDO ANIVERSARIO







MEMORIA TERCER ANIVERSARIO
(+) 27 febrero 2014


Tercer aniversario en el tránsito de José M. Díaz Cueva / tres años huérfanos de su sana amistad, de su figura espigada presente en cualquier ámbito de este mundo que habitó hasta su ausencia, igualmente de sus valores personales sin dobleces.
Esperemos que no le venza la nostalgia de sus intereses vividos / no merece la pena, él ya cumplió / mientras... aquí  sigue campeando  un tiempo de inquietante confusión.

Un fuerte abrazo a sus familiares y verdaderos amigos.
José Luis    27/ febrero / 2017    


viernes, 17 de febrero de 2017

LA ARCEA HEREJE









Retrospectiva


   PUEDE SER CONSIDERADO 1970/71 por lo que respecta a nuestro entorno el momento de la transición y un antes y un después en cuanto al "modus operandi" sobre el terreno en todo tipo de ámbitos para la caza de la becada.
Nos estamos refiriendo a la altitud de los montes y sierras sobre el nivel del mar para las diferentes zonas de actividad cinegética.
  Y en ese sentido antes de estos años, generalmente se cazaba en cotas muy bajas rebasando en contadas ocasiones los 100/200 mts. de altitud (s.n.m.).

    El caso es, que nosotros anduvimos un poco despistados en aquella época con esto de los cazaderos "en altura", claro, se trabajaba y se pensaba con otros parámetros y así fue durante algunos años el "pan nuestro de cada día" de patear tierras y montes convencionales de baja altitud por ignorar otras opciones (que existían) y conocidas ya en los años 60 o quizás antes por algunos adelantados a los demás, con un peldaño o dos por delante, (pero guardando  en secreto el asunto).

    De hecho por aquel tiempo la práctica habitual venía dada por visitar con asiduidad los que no estábamos al loro estos montes convencionales en los términos de occidente, a saber: Luarca, Navia, Coaña, El Franco, Tapia de Casariego, Castropol y Vegadeo....como opciones más interesantes pero también otras zonas del Principado con una alternativa válida como podían ser Gozón, Gijón, Villaviciosa, Colunga, Llanes, Infiesto,Tineo...obviamente en la rasa costera interna sin tener la mar taxativamente a la vista, aunque en algunas veces si.

Procedencia


    Por consiguiente se oían voces y algún que otro mensaje cifrado entre penitentes que oraban y contaban sus batallitas en torno a las tertulias de los bares-restaurantes  o chigres sobre todo (con productos de caza y pesca para degustación) y así compartir sus misivas de tal o cual cazadero o zonas para próximas salidas.
  De todo este "parlamento" surgía entre otros muchos un nombre, rotundo, corto, con cierto énfasis, flotando en la estancia sutilmente  y que como en la canción de Juanita Reína ¡¡no lo quisiera olvidar!!.... ese nombre era: La Roda.

¿Y qué era La Roda? 

    Hubo un tiempo que La Roda gozaba de cierta fama muy pegadiza en cuanto a enclave cinegético de sus montes, ya que en otro sentido cumplía con lo establecido como núcleo habitado y normal para el desarrollo y la vida cotidiana.
  Este bello pueblo situado en la rasa costera interior del término municipal de Tapia de Casariego en el valle del río Porcía, con una altitud entre 150/200 mts. y un entorno de montes y bosquecillos envidiable, presentaba los créditos suficientes como para ser novia de cualquier pretendiente henchido de emoción y ansioso de palpar su generoso perfil en pos de la "esquiva Picona".

   Empero la carencia en su parcela de animales sueltos en pasto (de vital importancia, cuanto más necesidad) además de la altitud ya comentada, pudo ser el punto de inflexión con respecto a otros cazaderos que poco a poco adquirieron gran nivel cumpliendo aquellas premisas y así  poder presentar una tarjeta como auténticos templos para la caza de la del "picu largu".
  De todas maneras La Roda en el segmento final -medio del siglo pasado (años 45/60) pudo tener su época dorada. 

    ¡¡Ahora bien...!!
   "Lo de La Roda" más actual no duró ni muchos lustros ni muchos años, sí hubo un cierto tiempo que la fama mencionada antes desbordaba la parcela, de ahí que en la segunda mitad de los años 60 quien cazase en La Roda se le adjudicaba un cierto nivel para la práctica de esta caza en la zona. Por consiguiente lo más apropiado sería personaje Vip. 

    Después la gente se fue enterando "del sitio" y había días que podías encontrarte en el monte a un ejército de cazadores y una nube de perros. Ante tal escenario tanto cazadores como piezas en el transcurso del tiempo optaron por cambiar de aires y visitar otros pagos... por tanto se puede entender como una fama venida a menos en el discurrir de los años.

    Hay que significar que frecuentemente se mencionaba La Roda como cazadero tal del entorno, sin embargo no siempre era así y las ubicaciones exactas pasaban a ser más apartadas, cual que pinar de Aroxin, incluso puntos de otro término, como fueron, Tol, Brul, Campas... (Castropol), o el propio valle de San San Agustín, Reiriz, Acebedo, Acebedin, Rapalcuarto, Moldes etc.
    Por tanto, todo se metía en el saco de La Roda y La Roda no se pisaba tanto como se mencionaba. 





Campeonato               

    Pues bien, en esta zona de La Roda tuvo lugar en 2014 el XXIII Campeonato de España de Becada con perro de muestra. Aún cuando a través de los años la zona perdió mucha entidad y su nivel bajó ostensiblemente con respecto a los años 60/70, en esta competición se logró salvar el evento y mostrar una prueba digna en estos enamoradizos y bellos parajes del Principado de Asturias.
  Por otra parte a nosotros nos sorprendió en un principio con un punto de incredulidad ante tal resultado de participación, de lances y de piezas.
  Claro, se hubiese reservado la parcela durante unas temporadas para tal fin.
  Obviamente participantes diestros con la escopeta y sus fieles domésticos curtidos en mil batallas se sumaron al éxito para conseguir la cifra lograda de capturas  (24).
    Resultó ganador el navarro Juan María Esain por novena vez logrando 3 becadas.  

Historia

    Y para finalizar aprovechando la zona y después de esta pequeña introducción queríamos contar una historia. 
 Se trata de una circunstancia sin trascendencia que debemos ubicarla en el apartado de las anécdotas.
   Ocurrió que en esta zona de La Roda, un día en el tránsito que semanalmente hacíamos hacia otros cazaderos mediante la serie de caminos entrelazados entre pinares para dar servicio a núcleos habitados y servidumbres de fincas etc. y que interesaba también la vía férrea  Ferrol-Gijón, pues advertimos volando delante del coche a una velocidad endiablada una becada que en décimas de segundo aquel torbellino volador hizo un "gamete circense" y desapareció de nuestra vista.   
  ¡¡Que bárbaro!! ¿de dónde sale esta picona...?, ¡¡exclamamos!!.
  En aquella ocasión viajábamos acompañados de Pepin Prendes que conducía su propio coche. La atención al volante no le privó de ver también a la "becada misil" en aquel corto flash.
  Pues nada continuamos nuestra ruta hacia el cazadero programado que bien pudo ser El Valle de San Agustín, o Tol ,o Moldes (...?) no sin antes recordar la zona del encuentro con la becada mediante el grabado en la retina del lugar de autos. Pensamos de regreso patear un par de rincones poblados de pino y abedul en aquel entorno.... era lo más lógico que guareciese en un habitáculo adecuado y propio de querencia para la especie...(...?). 
              
 Ya en el regreso como fin de la jornada miramos las parcelas de pinares no lejos de la "zona 0" sin  resultado positivo   batiendo exhaustivamente el área.
  ¡Bueno na!. En vista de lo visto pensamos en finalizar la jornada y ya en dirección al coche al pasar por el escenario de la actuación matutina un perro se adelanta y muestra un ligerísimo apunte y ya vemos a la "ínclita" que sale a unos 80/100 mts. con gran reprise poniendo aire de por medio a "toda pastilla." No hay duda que quiere preservar su integridad física, "faltaría más". 
   Se cuela en una mata de abedules y garabaya, vamos en su busca con los domésticos ansiosos pero nada  como si se la hubiese tragado la tierra y como no podía de ser de otra manera deja "la ceniza" en la zona de  batida  como regalo pertinente  para nosotros y para los perros.              . 
   Así es, que al coche y a casa...

 Nuevamente giramos visita a aquella zona unos días después yendo camino de otros pagos de lo cual aprovechamos para dar una pasada  al lugar de marras... tal vez la picona ya no esté u ocupe otro lugar más coherente en el entorno y porqué no, la hubiesen abatido etc. (....?),pensamos....
   Pero seguimos en la misma dinámica, no es que no vaya a estar, sino, que nos la urdió y se esfumó una vez más. 
  Hubiéramos dado una mano por la zona, cuando en un momento dado observamos algo volando en el sentido de la marcha, a ras de suelo, con vuelo silencioso y sorteando todos los obstáculos habidos y por haber, con suavidad y precisión, una inoportuna mata de retama nos priva de ver que dirección tomó después de recorrer ciento y pico de metros sin ninguna opción de disparo.
 Pues sí señores, la protagonista del lance anterior obviamente fue la becada, que se hace acreedora de  la etiqueta de: ¡¡¡auténtico fantasma alado!!!.
  Más tarde tuvimos la ocasión de volarla nuevamente ,creemos que hizo "la C" para salirnos azorrando por la espalda, aún así, se llevó 40 gramos de plomo, pero su pretensión posiblemente sería procrear en el próximo ciclo, por tanto el desenlace de este episodio finaliza con la voz acertada y frecuentemente   usada de:  ¡¡¡a criar!!!. 

En este segundo encuentro ya nos dimos cuenta "del pelaje" (plumaje) del individuo  se trataba de un "lamparillo";  terco, obstinado, empecinado, tozudo, zueco, indócil..... 
  Y comprobamos también su asentamiento en aquel entorno quimérico, la zona de matorral y árboles 




Habitáculo  

Era un escenario singular el de su asentamiento (...?) al menos en el que se dejaba ver.
   Una superficie de 70/80 mts. de largo por 10/15 de ancho que formaba este rectángulo de forma irregular ubicado en un "plató" que había de todo menos coherencia y del que formaba parte (nos resulta difícil una serie de cosas...) pero creemos recordar unos salgueros u otros árboles sobre una raqueta pedregosa la cual lucía un impresionante escayal (breñal) que para si quisieran como escondrijo los suidos de La Bonagua y esto en el talud de un camino- carretera que avanzaba sobre la vía férrea salvando su gálibo en paso superior con falso túnel en la caja de la vía y este tocado con la siempre presente hiedra trepadora, helechos vulgares  y gran cantidad de "pacionzaya y yerbatona".

   Pues bien, que todo eso, más postes de comunicación, señales propias del ferrocarril, retamas, derrames de gasoil, grasas, plásticos, papeles... suciedad en fin, hacían de ese decorado una atmósfera chunga ... casi infernal. 
   Pero además pudimos ver el habitáculo con detalle en el interior del impresionante matorral y aquello nos acabó de demostrar que aquello era una auténtica "pocilga" con un olor nauseabundo difícil de soportar.
   Por consiguiente señores ese fue el proscenio que amó en su periplo esta "rebelde nocturna" en aquellos tiempos ya lejanos. 

Conclusión 

   A la última secuencia le siguieron otras iguales o parecidas, ya que nos estuvo dando la tabarra esta "perdiz rusa" al menos cuatro domingos. 
   Este rocambolesco lance parecía no tener fin y las estratagemas urdidas por esta "imposible" tenían una lectura diferente en cada momento, con despegues  para todos los gustos, incluso salidas o entradas por el falso túnel de la vía con una velocidad y precisión asombrosas, por consiguiente, estamos completamente convencidos de que esta "hiena voladora" actuaba de la misma manera en su periplo prenupcial (contrapasa) ocupando y practicando en alguna zona similar a esta en el larguísimo recorrido del Transiberiano ruso en su línea a Vladivostok.

Comentario reflexión  

Consideramos intrascendente al final de esta narración que se hubiese abatido o no esta tozuda "gallina rusa",(...?) por considerarlo secundario con respecto al principal sentido que genera esta pequeña historia y que no es otro que hacer una reflexión de la actitud o forma de ser en el devenir del tiempo  o en un momento dado de personas y también de animales, como en este caso el de esta dichosa becada...renegando de su hábitat y costumbres y por consiguiente de su propia identidad para colgarse la etiqueta de HEREJE.

JOSÉ LUIS